La investigación con células madres es de gran actualidad por el enorme potencial que tienen estas células para muchos tratamientos presentes y futuros.
Después del parto, la sangre que queda en el cordón umbilical y en la placenta contiene multitud de células madres. Históricamente estos tejidos se desechaban tras el parto. Sin embargo, hoy en día constituyen un gran tesoro.
Entrando en consideraciones éticas al respecto de la investigación con células madre, la obtención de las mismas a partir de la sangre de cordón umbilical no supone conflicto ético.
La decisión de criopreservar ( mantener congelada) la sangre del cordón de recién nacido es una decisión voluntaria para utilizarla en un futuro si se contraen enfermedades susceptibles de cura con estas células: cáncer, ceguera, alteraciones de la sangre, diabetes, etc.
La sangre de cordón umbilical sólo puede ser tomada durante el parto y por lo tanto es una ocasión única. Puede ser donada a un banco público para investigación o terapia, o criopreservarla de forma individual en un banco privado.
En cualquier caso, no se desecha nunca.
La probabilidad de que un recién nacido o algún familiar necesite de una terapia regenerativa con alta compatibilidad donante-receptor es baja, calculada en uno de cada 20.000 habitantes, pero la probabilidad existe y en estos casos el acceso a las células madre propias es de gran importancia.
La muestra se recoge en un kit especial en el momento del parto y si así se decide, se remite a un banco privado, generalmente en Reino Unido o EE.UU. El importe de la toma de muestra y la criopreservación durante 20 años suele ser de aproximadamente 2000 €.
Durante este tiempo si el donante o algún familiar precisa estas células madres, le son remitidas sin coste.
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