Salam.

 

mano_monedasSé que mañana te encontraré.

Como todos los sábados, acurrucado a la entrada del mercadillo de Babel. Curioso nombre, Babel," donde hablan muchos sin entenderse."

Cada vez estás más pequeño y tus ojos más grandes.

Me reconoces y me dices "buenos días" con tu acento del gran Sur.

Me sonríes y extiendes tu mano con un vasito de plástico con algunas monedas donde yo deposito un euro.

Tienes cara de buena persona y como yo, mucha gente se para a darte algo.

Cuando pienso en todo lo que habrás sufrido para llegar hasta aquí y acabar sintiendo que sobras en todas partes, se me hiela el corazón.

Allá en tu tierra, te dijeron que Europa era muy grande y muy rica. Y tú, muy pobre. Lógico pensar que valiera la pena sufrir tanto para llegar hasta aquí.

Y una vez aquí, no volverás atrás.

Qué se sentirá al saber que puedes morir solo.

Qué será de tí.

  1. Gabriel I. dice:

    Magnífic article, sensibilitat a flor de pell, com sempre als teus textos.

  2. Reme dice:

    Ningú millor que tú, Gabriel, per saber que este relat está basat en la maravellosa cançó de Serrat "Salam Rashid" que vaig coneixer graciès a tú.

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