EMPATÍA: Parece el nombre de una diosa griega pero en realidad es una actitud.
Se trata de la capacidad que tenemos las personas de percibir lo que otra persona siente.
Coloquialmente es “ponerse en LOS ZAPATOS del otro”.
Se han observado un tipo de neuronas, llamadas “neuronas espejo”, que sólo se activan cuando se activa una emoción observando a otra persona en el mismo estado emocional.
Para que se vea más claro: cuando nos entra la risa al ver reir a un niño, cuando nos cae una lágrima al ver llorar a alguien, etc.
Esta capacidad la tienen más fácilmente las personas que no han padecido problemas afectivos, con padres que se han ocupado de ellos y que viven en un ambiente en el que son aceptados y comprendidos. Son personas que han recibido consuelo cuando lloraban o tenían miedo siendo niños y han visto que su familia se preocupa por ellos.
La empatía se considera inteligencia emocional.
Las personas que la poseen son capaces de entender las necesidades, sentimientos y problemas de los demás poniéndose en su lugar.
Estas personas son apreciadas por los demás y suelen tener un buen reconocimiento social.
Esta semana he tenido la oportunidad de sentir hacia mi persona, la empatía de profesionales de la medicina y he de decir que me he sentido reconfortada tanto o más con esta actitud que con las explicaciones médicas que me han dado.
Yo suelo practicar la empatía a diario en mi profesión y he de reconocer que tiene un poderoso efecto placebo en los pacientes.
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Tú tienes ese don para empatizar con la gente, independientemente de si l@s conoces, aprecias, quieres... yo también me he sentido reconfortada en infinidad de ocasiones y es cierto que la mayoría de las veces hacía efecto placebo ;-). Gracias por todas esas veces Reme.