En caso de emergencia vital hay que mantener la sangre fría. En muchas ocasiones no se sabe qué hacer pero hay algunas acciones sencillas que pueden salvar la vida.
INFARTO DE MIOCARDIO
Si notas de repente una opresión muy fuerte en el pecho, sientes debilidad y tu corazón empieza a latir de forma irregular, puedes estar sufriendo un infarto. Intenta dominar el pánico y empieza a toser lo más fuerte que puedas, haciendo inspiraciones profundas y tosiendo fuerte. Hazlo de manera repetida cada 2 ó 3 segundos hasta que recibas ayuda.
Este gesto suministra oxígeno a los pulmones y al toser fuerte se comprime el corazón como si fuera un masaje cardíaco y permite que siga circulando la sangre.
Si además puedes tomar ¼ de comprimido de una aspirina conseguirás que tu sangre no se coagule y por lo tanto tendrás más posibilidades de salvarte.
ICTUS ( ACCIDENTE CEREBRO VASCULAR AGUDO)
Si de repente alguien se desploma al suelo, con pérdida de conciencia y con la boca torcida, puede estar sufriendo un ictus. Es muy importante no mover al paciente y pedir ayuda inmediatamente para trasladarlo en ambulancia porque en traslados no adecuados se pueden empeorar muchos los síntomas. Mientras llega la ambulancia, pinchar con una aguja los dedos para que salga una gota de sangre y si el paciente no reacciona, hacer lo mismo en los lóbulos de ambas orejas. Y muy importante NO MOVER AL PACIENTE.
Este sencillo gesto puede hacer que el paciente recupere la consciencia pero aún así hay que trasladarlo al Hospital.
ACCIDENTE CON VÍCTIMAS.
Hay que seguir siempre esta secuencia:
-PROTEGER
-PEDIR AYUDA
-PRIMEROS AUXILIOS.
Lo primero es proteger a la víctima y a ti mismo del foco que origina el daño, aunque si no hay riesgo de incendio no hay que mover a la víctima.
Lo segundo es AVISAR llamando al teléfono 112 y explicar de forma clara lo sucedido y dónde estás. Si hay otra persona contigo, delegar estas funciones en ella.
Lo tercero es aplicar los primeros auxilios a la víctima:
A brir la boca: hiperextender la cabeza de la víctima hacia atrás y retirar posibles objetos de la boca.
B oca a boca: Inspirar profundamente e insuflar el aire en la boca de la víctima tapándole la nariz.
C irculación: iniciar el masaje cardíaco, sobre la mitad inferior del esternón con las manos juntas y brazos estirados dejando caer el peso del cuerpo.
El ritmo que se aconseja actualmente es de 30:2. Es decir por cada 30 compresiones, 2 insuflaciones.
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