Dejaste una huella en mí que permanecerá durante toda mi vida.
Tu ausencia, un año más, la sentiremos todos.
Tu pasión por la vida, por el buen comer, por el buen reír.
Algo se rompió cuando te fuiste y como un hilo de seda, nunca se podrá reparar.
No te lloré porque te siento en muchas partes. En el campo hasta te huelo.
No siento peso en mi corazón porque sé que no te gustaría.
Y a pesar de tu reiterada ausencia sigues vivo en el recuerdo de muchas personas que siguen hablándome de ti con admiración.
A todos ellos les pido que brinden estas navidades por tu recuerdo con un buen vino.
A ti, te hubiera gustado.
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Brindemos Loli!
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Sara dice:
Muy bonito Reme, siempre se sienten más las ausencias estos dias, aunque los recordemos todo el año. Me encanta leer tus relatos siempre me dan subidon. Gracias. Felices fiestas, por cierto un nieto precioso.
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Muchas gracias Sara!
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La entrañable sinceridad de las palabras imantan empatía hacia el duelo de un ser querido. Efectivamente, las personas carismáticas siguen viviendo en el grato recuerdo que ellos mismos labraron en su vida.
Gracias por compartir ese sentimiento precisamente en las fechas en las que tanto vacío dejaron los que faltan.
¡Brindemos por su ejemplar recuerdo!